Para la rehabilitación de este pequeño cortijo en un paraje excepcional hicimos un esfuerzo extraordinario en la fase de croquis y estudios previos. Desarrollamos varias soluciones distintas, maquetas, estudios solares y análisis geotécnicos, para minimizar los costes de la actuación, evolucionando hacia una imagen cada vez más integrada en el paisaje.
La propuesta suponía un reto especial, al tratarse de un suelo rústico protegido. Conseguimos la autorización con una solución respetuosa con el edificio preexistente y con el contexto ambiental y paisajístico de la zona, situada en la hermosa cuenca del embalse de Béznar.
Pusimos especial cuidado en el tratamiento de los espacios exteriores, en las terrazas y porches alrededor de la piscina, utilizando materiales naturales y coherentes con el carácter rural de la propiedad. También se cuidó de forma especial el diseño de una arquitectura lo más pasiva posible, analizando con detalle el soleamiento y las sombras en las distintas estaciones del año.
El programa final incluyó una reforma importante de la vivienda principal, y la remodelación de dos apartamentos turísticos situados en el nivel inferior para dotarlos de eficiencia energética y un alto nivel de confort, consiguiendo a la vez una gran armonía del conjunto.
La propuesta resultó muy coherente en su integración en la ladera, incluyendo instalaciones punteras de climatización y ventilación, así como el tratamiento térmico del agua de la piscina para poder utilizarla fuera de la temporada de baño.