Este proyecto es un ejercicio de minimalismo arquitectónico en una parcela aterrazada hacia el mar, ubicada en una preciosa ladera orientada hacia el sur de la urbanización Alfamar en Salobreña.
La idea inicial consistía en respetar todo lo posible las terrazas y el paisaje existente, planteando un edificio muy ligero en una ladera con dificultades geotécnicas.
Planteamos una vivienda passivhaus construida en una planta con madera contralaminada y materiales ecológicos, con dormitorios en las alas laterales y un espacio central continuo desde la cocina hasta una preciosa terraza con espectaculares vistas al mar, con suelo de madera bajo una pérgola tapizada de glicinias.
La planta inferior aloja cuarto de jardinería y almacén para verduras de la huerta, y una pequeña zona de instalaciones discretamente situada junto a la escalera. Los espacios se abren a un porche bajo la terraza principal, tapizado de flores y vegetación, con una pequeña alberca que se abre como un sueño al mar Mediterráneo.