Imagen: “contaminación”, obtenida en Pixabay.
Según una de las definiciones de la R.A.E., el término ‘huella’ se entiende como un rastro, seña o vestigio que deja alguien o algo. El concepto es claro y no deja lugar a dudas, pero cuando ese ‘alguien’ somos nosotros y ese ‘algo’ es el entorno natural que nos acoge, esa huella puede tener una serie de posibles apellidos entre los que resulta fácil perderse:
‘Huella de carbono’ es la expresión más popular y con la que nos podemos sentir más familiarizados. Distinguiendo cada palabra individualmente se puede deducir de una manera sencilla su significado general: es la cantidad de carbono que se emite al medio durante el curso de algún proceso o actividad. Pero en particular, se refiere al conjunto de gases que propician el efecto invernadero, entre los que destaca el dióxido de carbono, y de ahí su denominación.
‘Huella de agua’ o ‘huella hídrica’ 2 se refiere al impacto ambiental relacionado directamente con ésta, cuantificable en cantidad de agua necesaria para llevar a cabo alguna actividad, desde algo tan simple como la elaboración de un café, hasta niveles de una complejidad tal como la construcción de un edificio. Es aplicable a bienes, personas y comunidades.
‘Huella ambiental’ 3 mide los impactos sobre el medio ambiente de un producto u organización de manera global. Concretamente, analiza 16 diferentes impactos tales como el agotamiento del ozono, de recursos tan vitales como el agua, efectos en la salud humana, radiación, uso del terreno…
‘Huella ecológica’ se refiere a la superficie necesaria para generar, renovar los recursos y asimilar los residuos producidos en una población determinada. Los casos más extremos los encontramos en países muy ricos o muy pobres, siendo necesaria en estos primeros una superficie superior a la de la Tierra para asimilar el ritmo que han adquirido, por lo que no es para nada sostenible.
La proliferación de estos términos sumada a una concienciación cada vez más extendida, ha originado que surjan multitud de organizaciones encargadas de la evaluación de huellas así como sus correspondientes certificaciones. Dada la inexistencia de un organismo regulador, se corre el riesgo de que estos análisis se conviertan en meras “medallitas” que se les adhieren a los proyectos y donde todos nos quedamos tan contentos.
Una cuestión que se puede plantear es por qué huella decidirse, decisión que no es ni obligatoria, sino más bien moral, y que nos exige un conocimiento más profundo, concienciación e interés por el tema.
Ninguna le resta valor a otra, pues todas son importantes si nos preocupa mínimamente el futuro de nuestro planeta. Como profesionales debemos ser conscientes de los rastros que con nuestra obra dejamos en el medio, e intentar minimiz00arlos en el futuro inmediato, pues no es para nada descabellado pensar que mañana se nos pueda exigir cumplir unos requerimientos ambientales que el planeta nos pide hoy.
Como ejemplo de programa para el análisis del impacto de un edificio podemos encontrar la herramienta desarrollada por la Asociación Ecómetro, con la que desde el mismo navegador web se pueden introducir las características de tu proyecto e incluso adjuntar un archivo de mediciones, obteniendo así unos resultados más precisos.
NOTAS DEL AUTOR
1 Entrada que da pie al tema, de la Comunidad ISM.
2 Completa monografía sobre la huella hídrica y otras.
3 Aclaratoria página sobre la huella ambiental y más.
NOTAS DE LOS EDITORES
Este artículo ha sido escrito con carácter divulgativo. Si te apetece compartirlo en cualquier otro medio, estaremos encantados de que lo hagas siempre y cuando cites el lugar donde lo has encontrado.
Tu comentario pudiera ser moderado. Desde Bonsai Arquitectos nos reservamos el derecho tanto de editarlo (si fuera necesario, para hacerlo más legible) como de eliminarlo en el caso de que se usen expresiones incorrectas (descalificaciones, palabras malsonantes…). A su vez, si quieres comentar desde el anonimato puedes hacerlo, aunque te agradeceremos que muestres tu verdadera identidad.
Juan
Al ser humano le ha gustado siempre ser el primero en dejar la huella, sin más consideraciones. Pero ahora tenemos que esforzarnos también en que esa huella sea sostenible
Bonsai Arquitectos
Eso es Juan, la huella humana es de lejos inevitable, ahora procuremos que por lo menos sea lo más respetuosa posible… Para muchos es una aspiración utópica, pero nosotros creemos que el mundo es lo que haces de él. Te agradecemos tu comentario y esperamos verte más por Paisajes Domésticos ;). Saludos desde Granada!